Fracturas en Caballos – Primeros Auxilios y Estabilización de Emergencia

Resumen

Si se sospecha que el caballo sufre una fractura, hay que llamar al veterinario de atención primaria de inmediato. Mientras se espera al veterinario, lo mejor es intentar que el caballo permanezca tan tranquilo y calmado como sea posible. El veterinario puede hacer radiografías en el campo (según la ubicación de la presunta fractura) y colocar después un vendaje con una férula o una escayola. Muchos tipos de fracturas de los caballos pueden repararse, pero otras no. Cuando ya se hayan prestado los primeros auxilios adecuados, hay que pedir al veterinario que consulte a un cirujano veterinario certificado por el Colegio Estadounidense de Cirujanos Veterinarios (ACVS, por sus siglas en inglés) para determinar si la fractura del caballo puede ser reparada y qué otras medidas hay que tomar.

Manifestaciones Clínicas
  • No recargar peso en la extremidad o mostrar una cojera evidente (p. ej., caminar de puntillas, andar a la pata coja o arrastrar la extremidad)
  • Signos de shock: sudor, intranquilidad, frecuencia cardíaca elevada (la frecuencia cardiaca normal de los caballos es de 48 latidos por minuto o menos)
  • +/- contorno, ángulo o forma de la extremidad anómalos (figura 1)
  • +/- hinchazón alrededor de la zona fracturada (no siempre evidente; figuras 1 y 2)
  • +/- sangrado si se asocia con laceración (si es una fractura abierta, figura 2)
Figura 1: caballo con la tibia izquierda fracturada. Obsérvense la hinchazón de esa pata y el ángulo anómalo de la extremidad.
Figura 2: caballo con el radio derecho fracturado. Obsérvense la hinchazón y el ángulo anómalo de la parte anterior de la extremidad, y el sangrado desde el interior de la fractura abierta de la pata. Para trasladarlo al hospital, el veterinario colocó un vendaje con una férula caudal hasta el codo y otra lateral hasta la cruz.
Diagnóstico

Si se sospecha que el caballo sufre una fractura, llamar al veterinario de inmediato. El veterinario dará instrucciones específicas sobre qué hacer hasta que él llegue. Al llegar, puede diagnosticar la fractura con un examen físico o quizás necesite hacer radiografías. En algunos casos, si se sospecha que hay una fractura pero no se detecta en la granja, el veterinario puede recomendar que se traslade al caballo a un centro de referencia para un diagnóstico más avanzado, por ejemplo, con radiografías digitales, ecografía o gammagrafía (“gammagrafía ósea”).

Tratamentio

Es muy importante que la extremidad fracturada se estabilice tan rápido como sea posible. Siempre hay que consultar a un veterinario antes de empezar a tratar o estabilizar al caballo. El pronóstico vital de los caballos con fracturas abiertas o “compuestas” es mucho peor que el de aquellos con fracturas cerradas, en las que no se ha perforado la piel. Saber cómo estabilizar rápidamente la extremidad puede evitar que las fracturas cerradas se conviertan en fracturas abiertas como consecuencia del movimiento del caballo o a sus numerosos intentos de cargar peso sobre la extremidad. Puede resultar útil tener un kit de primeros auxilios ya preparado, que puede incluir sedación, fenilbutazona o banamina, material para vendajes, tijeras, cinta adhesiva y materiales que puedan utilizarse como férulas.

El veterinario inmovilizará de inmediato el punto fracturado con un vendaje y una férula, e intentará que el caballo esté tranquilo. La férula que se coloque puede extenderse a la extremidad completa o hasta la mitad, según el sitio de la fractura. El veterinario también puede decidir poner más de una férula (colocadas normalmente formando un ángulo de 90 grados entre sí) en función de la ubicación de la fractura (véanse las figuras 3 y 4).

  • No mover al caballo hasta que la extremidad se haya estabilizado adecuadamente.
  • ¡Una férula mal colocada puede hacer más mal que bien! Puede añadir peso a la extremidad y aplicar presión sobre la propia fractura, aumentando el daño del tejido blando y del hueso. Si el veterinario ha indicado que se coloque la férula, asegurarse de colocarla según las recomendaciones, según el sitio donde se sospecha que está la fractura.
  • Puede aliviarse el dolor con antiinflamatorios no esteroideos (fenilbutazona o banamina); consultar al veterinario antes de medicar al caballo.

Las férulas pueden elaborarse con distintos materiales, como tubos de PVC (funcionan muy bien cortados longitudinalmente a la mitad o en tercios), palos de escoba o tableros pequeños. También se recomienda utilizar tableros de 2×4, pero hay que consultar al veterinario primero, porque estos tableros pueden pesar bastante y es posible que causen más daño a la extremidad. Si el caballo sufre mucho, puede ser necesario sedarlo. Se recomienda usar la mínima dosis posible de sedante; la sedación excesiva puede afectar a la coordinación, generando un daño mayor si el caballo se mueve o tropieza. Si existe una herida abierta, hay que limpiarla enseguida con agua y vendarla para protegerla de la contaminación. No aplicar pomadas ni otro tipo de medicamentos tópicos antes de que el veterinario valore la herida. Si el sangrado es excesivo, controlarlo con presión directa sobre la herida. Debe aplicarse un vendaje compresivo antes de intentar poner una férula.

Figura 3: ejemplo de férula hecha con un tubo de PVC partido a la mitad, que estabiliza una presunta fractura del carpo (rodilla). La férula se ha colocado en la cara caudal (parte trasera) de la extremidad, desde el pie hasta justo por debajo del codo, y se ha fijado al vendaje con cinta adhesiva.
Figura 4: estabilización de la articulación del menudillo con la Kimzey Leg Saver, una férula especializada que protege la pata, aplicada sobre un vendaje ligero.
Cuidado Posteriores y Evolución

Cuando la fractura se haya estabilizado temporalmente y se haya diagnosticado el hueso fracturado, el siguiente paso es considerar las opciones de tratamiento y determinar si el caballo es candidato para una reparación de la fractura. Los principales factores que hay que considerar son:

  • Localización de la fractura
  • Tamaño del caballo
  • Fractura abierta o cerrada
  • Gravedad de la fractura
  • Estado y temperamento del caballo
  • Costo del tratamiento
  • Expectativas de evolución (es decir, vuelta a pleno uso o buen estado para volver a los pastos)

Los caballos pequeños o los potros (menos de 320 kilos) con fracturas cerradas, simples, tienen las mayores probabilidades globales de supervivencia. Los caballos grandes con fracturas abiertas muy fragmentadas o fracturas de la parte superior de la extremidad tienen un mal pronóstico vital. Los caballos que hayan perdido el riego sanguíneo a la extremidad deberían ser sacrificados por razones humanitarias. La reparación de fracturas en caballos constituye un gran desafío y solo debe intentarla un cirujano veterinario con experiencia certificado por el ACVS en un centro equipado adecuadamente. Hay muchos factores específicos de cada tipo de fractura y de cada caballo.

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