La hipercementosis y reabsorción dental odontoclástica equinas (EOTRH, por sus siglas en inglés) es una enfermedad dental dolorosa relativamente frecuente en caballos de edad avanzada (a partir de 15 años). La enfermedad dental es progresiva y se caracteriza por dos procesos anómalos que afectan a los dientes: 1) reabsorción/destrucción de la estructura dental y 2) crecimiento irregular del cemento del diente para intentar estabilizar los dientes afectados. Los incisivos y, ocasionalmente, los caninos son los principales afectados, y se manifiesta en dolor, inflamación y, finalmente, la pérdida de los dientes.
Aunque la causa exacta de la EOTRH sigue sin estar clara, se cree que implica una combinación de predisposición genética, inflamación crónica y tensión mecánica sobre los dientes. La EOTRH se observa con mayor frecuencia en caballos de edad avanzada; sin embargo, es probable que progrese lentamente con la posibilidad de que la enfermedad se inicie en caballos más jóvenes. Ciertas razas de caballos, como los de sangre templada, los purasangre y las razas de tiro, tienden a tener una mayor prevalencia de EOTRH, lo que sugiere una predisposición genética. La inflamación crónica de los tejidos periodontales que rodean a los dientes está asociada a una higiene dental deficiente, a la desalineación de los dientes o a lesiones traumáticas, y puede contribuir a la EOTRH. El estrés mecánico sobre los incisivos, como fuerzas de mordida excesivas, patrones de desgaste anómalos o traumatismos repetitivos por cribbing (morder madera) y masticación de objetos duros, puede exacerbar el desarrollo de EOTRH.
El cuadro clínico de la EOTRH puede variar en función de la gravedad y el estadio de la enfermedad, pero los signos y síntomas comunes pueden incluir:
Cambio de color de los dientes: los dientes afectados pueden mostrar cambios de color, que va del marrón amarillento al marrón rojizo, debido a la presencia de hipercementosis, inflamación gingival o infección secundaria. Los cambios de color pueden localizarse en zonas concretas del diente o afectar a toda la corona.
Inflamación e hinchazón gingivales: pueden producirse inflamación e hinchazón gingivales alrededor de los dientes afectados, que se manifiestan con enrojecimiento, calor, dolor y agrandamiento de los tejidos blandos. Pueden aparecer ulceraciones y tractos de drenaje alrededor de los dientes afectados, o la base del diente puede parecer bulbosa debido a la acumulación de cemento.
Movilidad y fracturas dentales: a medida que progresa la EOTRH, los dientes afectados pueden volverse móviles (aflojarse) debido a la pérdida de soporte periodontal e integridad estructural. La movilidad dental puede progresar hasta un desplazamiento significativo del diente afectado, y pueden producirse fracturas o astillamientos a lo largo de los bordes de los incisivos afectados.
Molestias y dolores bucales: los caballos con EOTRH pueden mostrar signos de incomodidad oral, como reticencia a comer, dejar caer el alimento, quidding (dejar caer el alimento parcialmente masticado) o mostrar patrones de masticación anómalos. Los caballos pueden no querer morder zanahorias o golosinas duras y pueden tener dificultades para pastar. El dolor puede exacerbarse por el contacto con el bocado, la presión de la brida o el ronzal, o la manipulación de los dientes afectados durante el examen dental.
Su veterinario empezará por realizar un examen dental y es probable que realice pruebas de imagen para confirmar el diagnóstico.
Examen dental: un examen bucal completo incluye la inspección visual, la palpación de los dientes y las encías, y la evaluación de la oclusión dental y los patrones de desgaste. Puede realizarse un sondaje dental para evaluar la movilidad de los dientes, detectar bolsas periodontales o identificar zonas de lesiones reabsortivas e hipercementosis.
Radiografías (rayos X): las imágenes radiográficas de los incisivos y caninos son esenciales para evaluar el alcance de la enfermedad dental, visualizar lesiones de resorción, evaluar la integridad de las raíces dentales e identificar complicaciones secundarias como la infección periapical o la pérdida ósea. Las radiografías dentales ayudan a planificar el tratamiento y a controlar la progresión de la enfermedad a lo largo del tiempo.
Histopatología: en los casos en los que el diagnóstico es incierto o se necesita más información, se puede realizar una histopatología (examen microscópico de los tejidos) de los dientes afectados tras la extracción del diente para confirmar el diagnóstico.
Dadas las importantes molestias que causa la EOTRH, el tratamiento consiste en la extracción de todos los dientes afectados. Normalmente, puede realizarse con sedación de pie y anestesia local; sin embargo, algunos caballos requieren anestesia general. Aunque pueda parecer extrema, la extirpación de todos los incisivos puede realizarse al mismo tiempo y se tolera muy bien. La naturaleza lentamente progresiva y el dolor crónico asociado pueden cambiar gradualmente la personalidad de estos caballos, y muy a menudo se vuelven mucho más alegres, activos y cómodos inmediatamente después de la extracción de los dientes afectados.
El tratamiento tras la intervención puede incluir antibióticos y antiinflamatorios, lavado oral y una dieta blanda. La monta con bocado está restringida durante un tiempo mientras cicatrizan las zonas de extracción; sin embargo, estos caballos suelen poder volver a montarse con normalidad una vez recuperados. Los caballos a los que hay que extirpar todos los incisivos pueden sacar la lengua después de la operación.